En un mundo donde el pánico es sembrado por un ser microscópico y la única forma de luchar es contra él es quedarse en el hogar, hay personas que hemos hecho de la calle, plazas y centros comerciales nuestro hogar y no tenemos alternativa sino quedarnos ahí.
El deterioro arquitectónico es notable y la naturaleza poco a poco recupera terreno, la comida y recursos escasean y aún así estoy expuesto, sigo las recomendaciones al pie de la letra: yo estoy en casa.
Serigrafía impresa a mano y numerada por el artista.
Tamaño 60 x40 cm